El pasado sábado 6 de diciembre nuestro hermano Jonathan Pedroza recibió el Ministerio del Diaconado en la ciudad de Barquisimeto, específicamente en el Monasterio de las Hermanas Carmelitas Descalzas. La celebración dio inicio a la 10 de la mañana, quien presidió la celebración fue el Arzobispo de Barquisimeto Monseñor Antonio José López, quienes junto a los distintos integrantes de la Delegación General frailes, estudiantes y postulantes acompañaron a nuestros hermano en tan gran acontecimiento para su vida y vocación. Estuvieron presentes también sus familiares y amigos de la Parroquia Nuestra Señora de Fátima, al igual que miembros de las distintas comunidades que hacen vida en el carmelo en Barquisimeto y otras partes del país como Potrero, Caracas, etc. La celebración fue animada por el Coro "La Viña del Carmelo" quienes con sus cantos amenizaron este momento de gracia y bendición. 
La ordenación diaconal estuvo marcada por la sencillez, la familiaridad y por supuesto no podía faltar la carga emotiva que implican estos hitos dentro de la historia del carmelo venezolano. Un gesto muy significativo dentro de la celebración la salida de la comunidad de nuestras hermanas carmelitas en el momento de la Paz para abrazar a nuestro recién ordenado diácono.
Pedimos la intercesión de nuestros santos Padres Teresa de Jesús y Juan de la Cruz para que el Señor le conceda a nuestro hermano un ministerio muy fructífero y que en donde se encuentre sea el servidor de todos.
El Carmelo Descalzo Venezolano se alegra por ti. Muchas Felicidades Fr. Jonathan de Jesús y la Madre de Dios, OCD.
Palabras de agradecimiento de Fr. Jonathan:
Mis queridos hermanos/as en Cristo y el Carmelo, realmente estoy muy agradecido con Dios por permitirme estar hoy en medio de esta gran familia del Carmelo Teresiano. Una pregunta que ha salido a relucir mucho estos días es ¿cómo te sientes? ¿Qué se siente? En este momento les puedo responder diciéndoles que hay una gran mezcla de sentimientos y emociones, que no sólo han aflorado hoy sino a lo largo de esta semana. Lo único que puedo entrever en medio de ese 'entrelazamiento' de cosas que estoy viviendo, es sentir una gratitud profunda por el amor que Dios me tiene y que se ve manifestado en todo esto que hasta ahora hemos visto, digo hasta ahora, porque todavía faltan cosas por ver en este día. Y ante esto que Dios me manifiesta a través de cada uno de uds. su cariño, trabajo, cercanía, su presencia hoy aquí (algunos viniendo de otras ciudades, dejando cosas de hacer por compartir este paso de Dios en mi vida), reafirma ese GRANDE AMOR que Dios me tiene. Y al contemplar todo esto lo que confirmo una vez más y mi madre Santa Teresa me lo hizo recordar es que “quien de verdad comienza a servir al Señor, lo menos que le puede ofrecer es la vida”. Y ha sido Él quien con su infinito amor, su gracia y misericordia ha enamorado a este hombre, que hoy se sumerge más en su entrega de ser el servidor de todos. Por eso le pido a Dios Trino y Uno, y también le pido a uds que me encomienden en su oración y pidan a Este Dios de Amor que me haga uno con Él, que pueda yo imitar sus actitudes, amando como él ama, sintiendo como él siente y que en medio de mi vida pueda mirar siempre a través de sus ojos.
Gracias Señor, por todo. Pero de manera muy especial no puedo dejar de mencionar, el esfuerzo que han realizado los hermanos de la comunidad de Barquisimeto (mis queridos frailes, prenovicios y postulantes), quienes han puesto esos preciosos dones que el Señor les ha confiado para organizar todo esto. De corazón MUCHAS GRACIAS.
A mis queridas monjas, Dios les pague a cada una de uds., por brindarnos este espacio para el encuentro, gracias por su oración, cercanía, por su amor. De corazón MUCHAS GRACIAS.
A los hermanos de la Viña del Carmelo por la animación de esta celebración. MUCHAS GRACIAS se les quiere.
Y a todos mis hermanos del Carmelo Seglar y amigos en el Carmelo, por sus mensajes, por su apoyo en cada momento de mi vida, por su oración, por su ayuda siempre presta y desinteresada. Un millón de gracias.
A mi familia, mis papás (Héctor e Isabel), mi hermana muchas gracias por su apoyo incondicional, por su amor, por su ayuda y preocupación constantes. Saben muy bien que LOS AMO.
A mis co-parroquianos que nuevamente se hacen presente entre nosotros. En la Comunidad de la Capilla María Auxiliadora de la Parroquia Nuestra Señora de Fátima fue donde sentí mi deseo de entregarle mi vida al Señor, y muchas de ellas hoy presente y otras ya desde el cielo, me han apoyado en este caminar. Extiendan mi sentimiento de gratitud a todos mis co-parroquianos. MUCHAS GRACIAS.
Agradecer a Monseñor por su tiempo y disponibilidad, también a estos muy apreciados hermanos seminaristas de la Arquidiócesis con los cuales compartí parte de mi formación por su servicio. Muchas gracias por estar aquí.
Dios les bendiga, se les ama.
